
La calidad de los espacios de estancia de estudiantes y otros ciudadanos en el Campus es muy deficitaria pese a la calidad de la sombra que les protege, por lo que esta actuación planteaba la demolición de bordillos y acerados y la plantación de una pequeña zona de pradera sostenible con el objetivo de mejorar el atractivo y la actividad del campus.
Además, este espacio conecta transversalmente la infraestructura verde del campus junto con el itinerario definido en la acción B7.1. Estos espacios estaban claramente infrautilizados.
Esta actuación pretendía iniciar la regeneración mediante la sustitución de algunas unidades e introducción de arbolado y matorral autóctono con menor demanda hídrica y de más lento crecimiento. Se trata de iniciar un proceso que a largo plazo garantice la sostenibilidad de la cubierta vegetal del Campus, y reduzca los problemas de alergias generados por las especies dominantes en la actualidad.